Identificar los signos de violencia de género y
Aunque la violencia de género se dirige principalmente a mujeres y niñas, también hay casos que afectan a hombres y a personas con identidades de género no binarias o de otro tipo. Existe una importante infradeclaración de la violencia contra niños y hombres en lo que respecta al abuso doméstico y sexual, lo que se cree que se debe a los estereotipos sociales.
La violencia de género se refiere a cualquier tipo de daño perpetrado contra una persona o grupo de personas a causa de su sexo, género, orientación sexual y/o identidad de género real o percibida. Se basa en un desequilibrio de poder y se lleva a cabo con la intención de humillar y hacer que una persona o grupo de personas se sientan inferiores y/o subordinadas. Este tipo de violencia está profundamente arraigada en las estructuras, normas y valores sociales y culturales que rigen la sociedad, y a menudo se perpetúa mediante una cultura de negación y silencio. La violencia de género puede darse tanto en el ámbito privado como en el público, y afecta de forma desproporcionada a mujeres y niñas.
Aproximadamente 85.000 mujeres son violadas y más de 400.000 sufren agresiones sexuales en Inglaterra y Gales cada año. La violencia sexual es aún más frecuente entre las mujeres jóvenes, ya que una de cada tres adolescentes ha sufrido algún tipo de violencia sexual por parte de su pareja. (Universidad de Bristol para NSPCC).
Violencia de género en una pandemia
La violencia de género, que a menudo refuerza las desigualdades estructurales, adopta muchas formas, como el acoso y la violencia sexuales, la trata de seres humanos y la esclavitud, y las relaciones tóxicas. También conocida como violencia de género (VG), este problema sistémico mundial trasciende la raza, el estatus socioeconómico y el sexo asignado, entre otros factores.
Según la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EE.UU. (EEOC), el acoso sexual consiste en “insinuaciones sexuales no deseadas, petición de favores sexuales y otros tipos de acoso verbal o físico de naturaleza sexual”.
Estos comportamientos pueden incluir llamadas de gato, comentarios despectivos sobre el sexo de una persona, supeditación de las condiciones de empleo a favores sexuales, coacción y manipulación para mantener relaciones sexuales, o tocamientos o contactos físicos no deseados, según un análisis de RAINN (Red Nacional contra la Violación, el Abuso y el Incesto), organización estadounidense sin ánimo de lucro dedicada a la lucha contra las agresiones sexuales.
En todas estas formas de acoso, el agresor se aprovecha de su propio poder para intentar controlar a otra persona. Como señala una guía de la ONU sobre acoso sexual, este tipo de conducta es “inoportuna siempre que la persona sometida a ella la considere inoportuna”.
16 maneras de #actuarjuntos
IntroducciónLa violencia de género es una pandemia mundial [1]. La violencia de género es una amenaza dañina dirigida a cualquier grupo o individuo basada en el sexo real o percibido, la identidad y expresión de género o la falta de adhesión a diversas normas construidas socialmente [1]. Los actos de VG incluyen violencia física y sexual, privación económica, amenazas, chantaje y abuso psicológico [1].
La cultura, la clase social y la pobreza son determinantes bien conocidos del riesgo de VG entre las mujeres [2]. Según una revisión sistemática de los correlatos de la violencia contra las trabajadoras del sexo en 39 países, las trabajadoras del sexo, que a menudo proceden de familias pobres y rurales, corren un alto riesgo de sufrir violencia de género [3]. En Soweto, Sudáfrica, las PFS informaron de tasas de VG significativamente más elevadas que la población general por motivos como las normas sociales, la mayor exposición a parejas violentas y la falta de servicios de apoyo [4]. En Estados Unidos, las PFS experimentaron un alto grado de violencia física y sexual por parte de diferentes agresores, incluidos clientes, parejas íntimas, policías y proxenetas [5]. Más del 40% denunciaron este tipo de abusos sólo en el último mes [5].
Respuesta de WILPF Kenia a COVID-19
Bienvenido al área programática sobre violencia sexual y de género (VSG) dentro de la Base de Datos de Indicadores de Planificación Familiar y Salud Reproductiva de MEASURE Evaluation. Esta es una de las subáreas que se encuentran en la sección de salud sexual y reproductiva (SR) de la base de datos. Todos los indicadores de esta área incluyen una definición, requisitos de datos, fuente(s) de datos, propósito, problemas y, si procede, implicaciones de género.
La violencia sexual y por motivos de género tiene efectos sobre la salud reproductiva de las mujeres a través de diversas vías, entre las que se incluyen los embarazos precoces y/o no deseados, los problemas de salud general y psicológica y la reducción de la productividad, así como un mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS) y VIH. La violencia durante el embarazo supone un riesgo inmediato para las mujeres embarazadas y puede conducir a resultados adversos del embarazo (Pool, et. al., 2014). Los riesgos para las víctimas masculinas pueden incluir ITS y VIH, problemas de salud generales y psicológicos, abuso de sustancias, reducción de la productividad y reafirmación de su masculinidad repitiendo su propia victimización pero en el papel de agresor. En todo el mundo se han puesto en marcha políticas y programas para prevenir y responder a la violencia sexual y de género, en los que participan diversos sectores, con el fin de abordar los factores subyacentes, como las normas culturales que perpetúan la desigualdad de género y los determinantes más inmediatos, como el cambio de comportamiento (Bloom, 2008). En cuanto a la mejora de los servicios sanitarios para las víctimas de la violencia sexual y por motivos de género, USAID (2010b) recomienda un “enfoque sistémico” que promueva amplias reformas en toda la organización sanitaria. A la hora de supervisar y evaluar (M&E) las intervenciones contra la violencia sexual y por motivos de género, Watts (2008) recomienda la importancia de un enfoque de métodos mixtos que utilice métodos cuantitativos y cualitativos complementarios con un marco conceptual claro para orientar la evaluación, múltiples formas de pruebas y datos de cálculo de costes para determinar y apoyar la viabilidad de la ampliación.