Igualdad y violencia de género
En cada uno de los tres lugares de los dos países detallados anteriormente, los asistentes de investigación locales capacitados reclutaron y dieron su consentimiento a 200 miembros de la comunidad (mayores de 15 años) para completar la Escala de Normas Sociales y Creencias sobre la Violencia de Género. El marco de muestreo se estratificó por grupos de edad (15-18, 19-24, 25-45, 46+ años) y sexo con un objetivo de 25 personas por combinación de grupo de edad/sexo. Tal y como sugirieron los equipos del país, los AR masculinos reclutaron y entrevistaron a miembros masculinos de la comunidad y las AR femeninas reclutaron y entrevistaron a miembros femeninos de la comunidad. Cada AR reclutó participantes de todos los grupos de edad. La AR partía de un punto central determinado por el coordinador de la investigación cada mañana. El AR se ponía en contacto con una de cada tres casas/viviendas contando a ambos lados de la calle/camino. Si no había nadie en casa, la persona no estaba dispuesta a participar o la persona no coincidía con el objetivo del muestreo en cuanto a sexo/edad, el AR iba a la siguiente casa/vivienda. Una vez que un AR identificaba y daba su consentimiento a un participante elegible en el hogar y completaba la escala, el AR iniciaba el proceso para identificar al siguiente participante elegible yendo a la siguiente tercera casa/vivienda en la calle/camino. Sólo un miembro elegible del hogar completó la escala.
Cómo frenar la violencia contra las mujeres pdf
El ámbito de la investigación y la innovación (I+I) no es inmune a la violencia sexual y de género, pero este problema tiende a subestimarse en las organizaciones de investigación y en los organismos de financiación de la investigación. Hay pruebas de que la violencia de género y el acoso sexual están muy extendidos en las instituciones públicas y las universidades, pero no se basan en datos recogidos sistemáticamente. Por esta razón, la Comisión Europea ha apoyado iniciativas como UniSAFE para mejorar el conocimiento sobre la magnitud del problema y las formas de abordarlo. Los recientes análisis y revisiones realizados en el marco de los proyectos financiados por la UE sobre el cambio estructural, entre otros, muestran que es urgente actuar sobre este problema.
Todas las organizaciones están sujetas a las leyes y reglamentos nacionales o regionales pertinentes, y es probable que numerosas organizaciones cuenten con políticas de empleo vigentes que cubran la dignidad y el acoso en el trabajo. Las organizaciones pueden considerar suficiente tratar la violencia de género en el marco de las políticas y procedimientos existentes. Sin embargo, cada vez más instituciones consideran necesario crear estructuras dedicadas y/o emitir procedimientos e instrumentos específicos. En cualquier caso, la institución debe dejar claro que no tolera los abusos.
¿Cómo podemos resolver la violencia de género?
Quizá recuerden que en la primera entrega de esta serie les presentamos la ciudad de Tremont. Tremont es el telón de fondo de las historias que ilustran los riesgos que aborda la Norma de Desempeño Ambiental y Social 9 (ESPS 9). Esta norma, que forma parte de nuestro nuevo Marco de Política Medioambiental y Social (ESPF), reconoce que los riesgos de violencia sexual y de género, la explotación, la discriminación y el abuso hacia los niños, las niñas, las mujeres y las personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género son un problema global prevalente.
En la segunda entrada del blog, nuestros vídeos te presentaban al jefe de obra, Gilberto; a la propietaria del puesto de comida, Sandra; a la soldadora, Wendy; y al trabajador del proyecto, Rooster, que compartía fotos obscenas con sus compañeros masculinos.
En esta ocasión, te traemos la conmovedora historia de Melanie, la hija de 14 años de Gloria, que trabaja en el proyecto. Siendo menor de edad, Melanie acaba siendo víctima de Robert Branch, el capataz del proyecto. Por desgracia, no es una situación inusual, ya que las niñas son especialmente vulnerables a los abusos y la explotación sexual.
Causas de la violencia de género
La violencia de género (VG) es la violación de los derechos humanos más extendida y a la vez menos visible en el mundo. Incluye los daños físicos, sexuales, mentales o económicos infligidos a una persona debido a los desequilibrios de poder socialmente atribuidos entre hombres y mujeres. También incluye la amenaza de violencia, la coacción y la privación de libertad, ya sea en público o en privado.
En todas las sociedades, las mujeres y las niñas tienen menos poder que los hombres: sobre sus cuerpos, decisiones y recursos. Las normas sociales que aprueban el uso de la violencia por parte de los hombres como forma de disciplina y control refuerzan la desigualdad de género y perpetúan la violencia de género. En todo el mundo, las mujeres y las niñas -especialmente las adolescentes- son las que corren mayor riesgo.
La violencia de género adopta numerosas formas: La violencia de pareja, la violencia sexual, el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina, la trata de personas con fines de explotación sexual, el infanticidio femenino y los crímenes de “honor” son comunes, y la violencia de pareja se produce en tasas asombrosas en todos los países. Las niñas y las mujeres también pueden sufrir violencia de género cuando se ven privadas de nutrición y educación.