Definición de violencia doméstica
El género se refiere a los papeles y comportamientos que la sociedad asocia con ser mujer u hombre. Las rígidas normas de género pueden dar lugar a estereotipos y frenar nuestras expectativas tanto de las mujeres como de los hombres. La forma en que una sociedad entiende el género cambia con el tiempo y varía de una cultura a otra.
Todo el mundo tiene derecho a vivir libre de violencia. Sin embargo, muchos canadienses de todo el país siguen sufriendo violencia a diario debido a su género, expresión de género, identidad de género o género percibido. Esto se denomina violencia de género y constituye una violación de los derechos humanos.
Si te fijas bien, verás las raíces de la violencia de género a tu alrededor, en los mensajes de los medios de comunicación que cosifican a las mujeres, en los chistes que denigran a las personas LGBTQ2 (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Queer, de Dos Espíritus) y en las rígidas normas de género impuestas a los niños pequeños.
Aunque la violencia afecta a todas las personas, algunas corren mayor riesgo de sufrirla debido a diversas formas de opresión, como el racismo, el colonialismo, el sexismo, la homofobia, la transfobia y el capacitismo. Ciertas poblaciones, según estadísticas claveFootnote 1, tienen más probabilidades de sufrir violencia de género, entre ellas:
Violencia doméstica interracial
La violencia contra las mujeres es cualquier acto de violencia de género que cause o pueda causar daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a las mujeres, incluidas las amenazas de daño o coacción, en la vida pública o privada.
En Australia, la violencia contra las mujeres recibe muchos nombres diferentes, como violencia doméstica, violencia familiar, violencia en la pareja, control coercitivo, acoso sexual en el lugar de trabajo, acoso callejero y agresión sexual. Nuestra definición incluye todas estas formas de violencia contra las mujeres.
Violencia doméstica por raza
Las mujeres negras sufren de forma desproporcionada la violencia en el hogar, en la escuela, en el trabajo y en sus vecindarios. El informe Status of Black Women in the United States detalla estos numerosos tipos de violencia. Las mujeres negras se enfrentan a altos índices de violencia de pareja, violaciones y homicidios. Las niñas y las mujeres negras también sufren el racismo institucionalizado; son castigadas de forma desproporcionada en la escuela, canalizadas hacia el sistema de justicia penal tras sobrevivir a abusos físicos o sexuales, sometidas de forma desproporcionada a perfiles raciales y brutalidad policial, y encarceladas en porcentajes muy superiores a su proporción en la población. Al basarse en los estudios disponibles, el informe ayuda a sentar las bases necesarias para un cambio positivo.
Las disparidades raciales impregnan los sistemas educativo y de justicia penal. Las niñas negras son suspendidas o expulsadas de las escuelas públicas en porcentajes mucho más elevados que las demás niñas. Los administradores escolares son más propensos a percibir a las niñas negras como “disruptivas” o “ruidosas” en comparación con otros grupos de niños y niñas, y las niñas negras tienen más probabilidades de ser castigadas por violaciones del código de vestimenta, por contestar a los profesores y por “rebeldía.”
Historia negra y violencia doméstica
El 10 de mayo es el Día de la Madre en México. Pero este año, más que una celebración, parecía un motivo de protesta. En Juárez, Ciudad de México, Veracruz y en todo el país, las madres de mujeres jóvenes asesinadas o desaparecidas en medio de una creciente ola de violencia de género se reunieron para dar voz a su dolor y exigir soluciones.
Por desgracia, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha pasado por alto con demasiada frecuencia las medidas más básicas necesarias para garantizar la seguridad de las mujeres y, en algunos casos, las ha socavado por completo. La buena noticia es que existen soluciones basadas en la evidencia, y hay medidas que la administración puede tomar de inmediato para empezar a corregir el rumbo.
Esto es cierto incluso aunque sea difícil exagerar la magnitud de la crisis actual de México. Según datos oficiales, cada día son asesinadas 10 mujeres en México, y el homicidio es la principal causa de muerte de las mexicanas de entre 15 y 24 años. El año pasado, el 78,8% de las mujeres afirmaron sentirse inseguras en sus estados de origen, y el 45,6% en sus propios barrios. Lo más preocupante es que las cosas parecen estar empeorando: entre 2015 y 2021, los feminicidios -el asesinato intencional de mujeres debido a su género- aumentaron 137%, según cifras oficiales.