Una conversación sobre la igualdad de género
Diez años después, sigo escuchando las mismas preocupaciones sesgadas que resuenan en todo el mundo. Las empresas quieren invertir en las mujeres que contratan, pero… (siempre hay un “pero”.) De hecho, las cifras demuestran que una década de formación sobre diversidad de género no ha cambiado la forma de pensar de la mayoría de los ejecutivos. En los Países Bajos, sólo el 16% de los puestos de trabajo del sector informático están ocupados por mujeres. Puede parecer mucho, pero si lo comparamos con otros países como Australia (28%) y Dinamarca (20%), sigue siendo relativamente bajo. Aunque las mujeres representamos más de la mitad de la población mundial, seguimos siendo una pequeña minoría en el sector de las TI.
Personalmente, creo que ha llegado el momento de defender con calma la diversidad de género en la plantilla de TI en sesiones de formación obligatorias. Abundan los estudios que demuestran cómo las organizaciones con líderes femeninas fuertes disfrutan de una mejor cultura, resultados financieros y un mayor nivel de innovación. Pero nada cambia, y el statu quo se ha mantenido a pesar de la enorme escasez de personal de TI. La industria tecnológica europea está creciendo cinco veces más rápido que el resto de nuestra economía, y el número de puestos de trabajo que necesitan cubrirse crece a la par. Así pues, es lógico que las empresas aumenten la participación de la mitad femenina de la población en el sector: necesitan aumentar la mano de obra por todos los medios necesarios. Si seguimos empleando sólo a hombres, sencillamente no tendremos suficientes trabajadores en el futuro.
Un cuento sobre mujeres
En el contexto de la globalización, la historia china de Mulán se ha trasladado de China al mundo, proporcionando un importante caso para la crítica cinematográfica feminista. Desde la perspectiva de la narrativa cinematográfica de los personajes femeninos, las narraciones intertextuales sobre Mulán revelan el cambio neutro de la narrativa femenina desde la “mirada” masculina, la ansiedad de los roles de género y el autodespertar femenino, trascendiendo las normas tradicionales de los roles de género. Desde la perspectiva de la narrativa de género de la relación de roles en la película, la relación de roles de género cambia del patriarcado implícito a una nueva relación que implica un diálogo igualitario entre los roles de género. La fuerza interior del desarrollo de las películas feministas en el contexto de la globalización es el resultado de la firme voluntad de las directoras que quieren crear narrativas de mujeres independientes y del público que desea nuevas imágenes de mujeres independientes.
La historia de Hua Mulan se originó en China y refleja la cultura de género china. La Balada de Mulán, una canción popular de las Dinastías del Norte, habla de la relación entre el país y la familia a través de una historia en la que una hija disfraza su género para poder servir en el ejército en lugar de su padre. Esta historia ha sido constantemente adaptada en el proceso de globalización y dotada de un nuevo significado cultural de género en el cambio de las ideas modernas.
DigitALL: Innovación y tecnología para la igualdad de género
A pesar de que los países occidentales han avanzado considerablemente en la igualdad de género, la segregación horizontal de género sigue estando entre los principales impulsores de la desigualdad económica de género (Cech, 2013). Las mujeres se han incorporado al mercado laboral a tasas cada vez más altas desde los años 70, sin embargo, a menudo siguen trabajando en sectores específicos con efectos sustanciales en sus ingresos (Cortes y Pan, 2018). La segregación de género ya es visible en el nivel educativo, donde las chicas están sobrerrepresentadas en disciplinas como Ciencias Sociales y Humanidades; estas materias se caracterizan por tener menores perspectivas en el mercado laboral e ingresos (van de Werfhorst, 2017). Por otro lado, los chicos prefieren los campos STEM, que ofrecen carreras con salarios altos y más relacionadas con el estatus (Barone y Assirelli, 2020). Para explicar el fenómeno, los estudiosos de la sociología y la psicología se han interesado especialmente en las habilidades básicas y las variaciones de género de la personalidad debido a su influencia en las elecciones y los resultados profesionales en función del género (Rosenbloom et al., 2008; Dekhtyar et al., 2018; Stoet y Geary, 2018).
El poder de la narrativa: juntas por la igualdad y los derechos humanos
La ensayista y novelista sudafricana Olive Schreiner escribió alegorías que fueron muy apreciadas por las feministas de principios del siglo XX, que recurrieron a ellas en busca de inspiración y consuelo. En Sueños (1890), Schreiner denunciaba la arbitrariedad de la dominación del hombre sobre la mujer, invitaba a las mujeres a intentar alcanzar tanto la Libertad como el Amor, y esperaba un estado de igualdad entre los sexos. Las alegorías de Schreiner son un buen punto de partida para indagar en el modo en que las prácticas narratológicas pueden cuestionar las percepciones estereotipadas del género. El narrador en primera persona, que es nuestro sustituto en muchas de sus historias, es la fuente del proceso hermenéutico en el núcleo de la alegoría. Las conjeturas del lector se vuelven más complejas por la ambivalencia de género de este narrador. El profeta/la profetisa de Schreiner ofrece una verdad pragmática, dependiendo de la identidad sexual que el lector le atribuya en el contexto. La narración en primera persona con género neutro permitió a Schreiner contar ciertas historias desde una perspectiva sin género, o creó un margen de maniobra de género que permitió la proliferación de significados.