Ensayo sobre la igualdad de género
¿Sabías que en el mundo casi 1 de cada 4 niñas de 15 a 19 años no va a la escuela? Estas cifras (comunicadas por UNICEF) cuentan una historia de desigualdad. Mientras que una cuarta parte de las adolescentes carecen de vías económicas, académicas y profesionales, sólo una décima parte de los chicos se enfrentan a las mismas barreras para tener oportunidades. La desventaja basada en el género también afecta en gran medida a los jóvenes transgénero y no binarios de todo el mundo: en algunos lugares, los jóvenes transgénero y no binarios están perdiendo derechos. Pero aquí está la cosa, queridos escritores: La igualdad de género no es sólo una cuestión feminista o LGBTQ+. La igualdad de género beneficia a todos. Un estudio tras otro demuestra que las sociedades con mayor igualdad de género tienen la mejor calidad de vida y las poblaciones más felices y sanas, y punto.
Puede que a algunos lectores les convenzan los datos y las estadísticas. A otros puede convencerles una anécdota emotiva o una historia de su propia vida. Para redactar un artículo de opinión convincente, a menudo hay que ver el tema desde varios ángulos: cada perspectiva ayuda a consolidar el argumento y a convencer a los lectores de que escuchen. He aquí algunas estrategias que puede probar para elaborar su argumento. Puede centrarse en dos o tres, o tal vez todas las formas de persuasión entren en juego en su artículo.
Igualdad de género en el mundo
El término género hace referencia a los atributos y oportunidades económicos, sociales y culturales asociados al hecho de ser hombre o mujer. En la mayoría de las sociedades, ser hombre o mujer no es simplemente una cuestión de características biológicas y físicas diferentes. Hombres y mujeres se enfrentan a expectativas diferentes sobre cómo deben vestir, comportarse o trabajar. Las relaciones entre hombres y mujeres, ya sea en la familia, en el lugar de trabajo o en la esfera pública, también reflejan la comprensión de los talentos, características y comportamientos apropiados para las mujeres y para los hombres. Así pues, el género difiere del sexo en que es de naturaleza social y cultural más que biológica. Los atributos y características de género, que abarcan, entre otras cosas, los papeles que desempeñan hombres y mujeres y las expectativas que se depositan en ellos, varían mucho de una sociedad a otra y cambian con el tiempo. Pero el hecho de que los atributos de género se construyan socialmente significa que también son susceptibles de cambios que pueden hacer que una sociedad sea más justa y equitativa.
La equidad de género es el proceso de ser justo con las mujeres y los hombres. Para garantizar la equidad, a menudo hay que disponer de estrategias y medidas para compensar las desventajas históricas y sociales de las mujeres, que impiden que mujeres y hombres actúen en igualdad de condiciones. La equidad conduce a la igualdad. La igualdad de género requiere que mujeres y hombres disfruten por igual de bienes, oportunidades, recursos y recompensas socialmente valorados. Cuando existe desigualdad de género, suelen ser las mujeres las excluidas o desfavorecidas en relación con la toma de decisiones y el acceso a los recursos económicos y sociales. Por lo tanto, un aspecto crítico de la promoción de la igualdad de género es el empoderamiento de las mujeres, centrándose en identificar y corregir los desequilibrios de poder y dando a las mujeres más autonomía para gestionar sus propias vidas. La igualdad de género no significa que hombres y mujeres sean iguales, sino que el acceso a las oportunidades y a los cambios vitales no dependa de su sexo ni se vea limitado por él. Lograr la igualdad de género requiere la capacitación de las mujeres para garantizar que la toma de decisiones a nivel privado y público, y el acceso a los recursos dejen de estar sesgados a favor de los hombres, de modo que tanto las mujeres como los hombres puedan participar plenamente como socios iguales en la vida productiva y reproductiva.
Definición de igualdad de género
Los padres pueden asumir responsabilidades desiguales en las tareas domésticas, siendo las madres las que soportan el peso de los cuidados y las tareas. La mayoría de los trabajadores sanitarios comunitarios poco cualificados y mal pagados que atienden a los niños son también mujeres, con escasas oportunidades de crecimiento profesional.
Y en las escuelas, muchas niñas reciben menos apoyo que los niños para cursar los estudios que eligen. Esto ocurre por diversas razones: Las necesidades de seguridad, higiene y saneamiento de las niñas pueden quedar desatendidas, lo que les impide asistir regularmente a clase. Las prácticas de enseñanza y los materiales educativos discriminatorios también producen brechas de género en el aprendizaje y el desarrollo de habilidades. Como consecuencia, casi 1 de cada 4 niñas de entre 15 y 19 años no trabaja ni recibe educación o formación, frente a 1 de cada 10 niños.
Sin embargo, en la primera infancia, las disparidades de género empiezan siendo pequeñas. Las niñas tienen mayores tasas de supervivencia al nacer, más probabilidades de estar bien encaminadas en su desarrollo y las mismas probabilidades de participar en la enseñanza preescolar. Entre los que llegan a la escuela secundaria, las niñas tienden a superar a los niños en lectura en todos los países en los que se dispone de datos.
Igualdad de género en Suecia
Berlín, como uno de los 16 Estados Federados de Alemania, desarrolló un Programa Marco de Igualdad de Género (GPR). En abril de este año entraron en vigor los Principios generales sobre la igualdad de género en el Estado de Berlín, dentro de la segunda fase del GPR. Se trata de un marco vinculante para la orientación política de todas las autoridades del Estado de Berlín. Como se indica en el sitio web del GPR, “los principios generales expresan una concepción ideal de la igualdad de género desde la perspectiva de los ciudadanos, lo que demuestra que aún queda mucho por hacer”.