Oración por la generosidad pdf
Señor Jesús, enséñame a ser generoso; enséñame a servirte como Tú mereces; a dar y no contar el costo, a luchar y no atender las heridas, a esforzarme y no buscar descanso, a trabajar y no buscar recompensa sino la de saber que hago Tu Voluntad.
¿AUTOR? San Ignacio de Loyola, aquí representado en una obra del siglo XVII de Francisco Zurbarán, es considerado generalmente el autor de la oración. Pero hay quien dice que podría no ser así. FOTO: Wikimedia Commons.
A menudo atribuida al sacerdote católico español San Ignacio de Loyola -fundador de la Orden de los Jesuitas-, esta breve pero poderosa oración (que cuenta con varias versiones ligeramente modificadas) es un grito del corazón que refleja nuestra dificultad para aceptar la naturaleza invertida del Reino de Dios; un reino en el que el yo está subyugado a la causa de Cristo.
Y como señala Lisa Kelly, en un artículo escrito como parte de una serie para el sitio web Espiritualidad Ignaciana sobre la oración, ser generoso no significa sólo dar de lo que nos sobra, sino también dar de nuestro “privilegio”. “Comparada con la de miles de millones de personas en esta tierra, mi vida privilegiada está prácticamente grabada en piedra por haber nacido en un país de libertades, educación y estabilidad”, escribe, añadiendo más adelante en el artículo: “Regalar mi privilegio significa no dar un chaleco salvavidas a los que se hunden en el agua a mi alrededor, sino subir a otros a mi barco. Significa abogar por que otros tengan los mismos privilegios que yo tengo, incluso si eso significa que ya no son, bueno, privilegios para mí”.
Oración sobre la generosidad
Serie Vida de San Ignacio: Video 5 Durante el Año Ignaciano, celebramos el 500 aniversario del momento de la bala de cañón de San Ignacio, que cambió su vida para siempre. Una amistad ignaciana El Rev. Jim Pribek, S.J., vicepresidente adjunto para Misión y Ministerio, reflexiona sobre el número de otoño de 2021 de la revista Conversations y sobre la importancia de desarrollar verdaderas amistades.
Mientras continuamos celebrando el Año Ignaciano y el 500 aniversario del momento transformador de San Ignacio en Pamplona, nos fijamos en esta conocida oración de la tradición jesuita para inspirarnos y reflexionar sobre cómo podemos entrar en la celebración de todo el año.
Oración de generosidad en español
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Oración de agradecimiento por la generosidad
Padre bendito, tú estás por encima de todos en dones, y a través de tu entrega me has enseñado el camino hacia una identificación más plena de mí mismo contigo. No sólo tu don de Jesús y tu don del Espíritu, sino que cada día tus dones me son dados como el maná en el desierto. Todo lo que tengo te pertenece, y de mi dinero sólo soy depositario. Ordena su uso como te plazca, y dame la experiencia de la alegría del dador. Permíteme ver claramente el pecado de la codicia y profundizar mi odio a su práctica. En el nombre de tu inefable Don sea la alabanza y el dominio para siempre.
Padre amoroso, hoy vengo a Ti con agradecimiento por los dones y promesas que tan fácilmente fluyen en mi dirección de Ti. Muy a menudo Señor, mi insensato corazón está lleno de preocupación y ansiedad y me encuentro mirando el problema de mi suministro en lugar de mirarte a Ti como mi generoso Proveedor. Por favor, perdona esta falta de confianza en Ti, porque sé que has prometido suplir todas nuestras necesidades según tus riquezas en gloria, por lo que te doy gracias y te alabo.Señor, quiero ser capaz de entregarte todas y cada una de mis preocupaciones, y desarrollar una personalidad generosa y dadivosa que mantenga mis ojos en Jesús, en lugar de seguir siendo la “preocupona” en la que me he convertido. Sé que esto no honra Tu nombre y deseo tanto caminar por los senderos de la justicia y convertirme en una persona con un corazón generoso que fluya de Tu propia generosidad, un corazón agradecido que esté lleno de confianza y agradecimiento a Ti, que has hecho tanto por mí.Señor, sé que no puedo cambiar mi naturaleza por mí mismo, pero sí sé que en el poder del Espíritu Santo puedo tomar mis preocupaciones y ansiedades cautivas y entregártelas a Ti, convirtiéndolas en alabanza con propósito, sabiendo que en todas las cosas Tú eres el proveedor de todo lo que necesito. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.