Impacto de la violencia de género
La violencia contra las mujeres es una de las violaciones más frecuentes de los derechos humanos. Es una amenaza para la vida de las mujeres, pone en peligro su salud física y psicológica, y es una amenaza para el bienestar de sus hijos, con consecuencias para toda la comunidad. Los autores se encuentran en todos los medios sociales y económicos, y la mayoría son hombres. La razón: en las sociedades moldeadas por el patriarcado, la violencia contra las mujeres es una expresión de las desiguales relaciones de poder entre hombres y mujeres. Por lo tanto, las causas de esta violencia se encuentran no sólo a nivel individual, sino también, y sobre todo, a nivel estructural. Estas causas deben ser eliminadas para evitar que continúe la violencia. La justicia de género no puede establecerse a menos que se resuelvan las estructuras misóginas. Sólo entonces las mujeres y las niñas podrán vivir una vida libre de violencia.
La violencia contra las mujeres es una de las violaciones más frecuentes de los derechos humanos. Tiene su origen en el desequilibrio de poder entre los géneros. Es una amenaza para la salud de las mujeres -y también para la de sus hijos- y limita su participación en la sociedad, así como sus oportunidades en la vida. La violencia contra las mujeres y las niñas está muy extendida en todo el mundo y puede encontrarse en todas las clases sociales, sean o no acomodadas económicamente.
10 causas de la violencia de género
Este sitio web adopta las Pautas de Accesibilidad al Contenido en la Web (WCAG 2.0) como norma de accesibilidad para todos sus desarrollos y servicios web relacionados. WCAG 2.0 es también una norma internacional, ISO 40500. Esto la certifica como norma técnica estable y referenciable.
WCAG 2.0 contiene 12 pautas organizadas en 4 principios: Perceptible, Operable, Comprensible y Robusto (abreviado POUR). Para cada directriz existen criterios de éxito comprobables. El cumplimiento de estos criterios se mide en tres niveles: A, AA o AAA. En https://www.w3.org/TR/UNDERSTANDING-WCAG20/ encontrará una guía para comprender y aplicar las Pautas de Accesibilidad al Contenido en la Web 2.0.
Política de privacidad de nuestro sitio webSu privacidad es importante para nosotros: nos comprometemos a proteger y asegurar la información personal y a defender los derechos de los titulares de los datos (es decir, empleados, socios y otras partes interesadas) de conformidad con la Ley de Privacidad de Datos de 2012 (Ley de la República n.º 10173) y sus normas y reglamentos de aplicación.
¿Cómo se relaciona la violencia doméstica con el género y el poder?
La violencia doméstica (también conocida como violencia familiar) se produce cuando alguien utiliza la violencia o la manipulación para mantener el poder y el control sobre alguien cercano. Puede implicar violencia, intimidación, amenazas, insultos o manipulación psicológica.
El maltrato puede afectar a la pareja o ex pareja, a un cuidador o tutor, a un familiar o a cualquier persona que esté en estrecho contacto con otra persona. Cualquier persona, independientemente de su origen, sexo o género, puede encontrarse en una relación abusiva.
La violencia doméstica puede afectar a cualquier persona de la comunidad. Independientemente de su nivel de ingresos, estatus, sexo, género, edad, raza o cultura. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños, y la mayoría de los agresores son hombres.
Otros factores de riesgo son el embarazo y la adicción al alcohol o a las drogas (que afecte a la víctima o al agresor). Las mujeres con antecedentes de enfermedad mental y las aborígenes y/o isleñas del Estrecho de Torres tienen más probabilidades de sufrir violencia doméstica.
Ciertos tipos de lesiones pueden actuar como señales de advertencia de que una persona puede ser víctima de violencia doméstica (física). Por ejemplo, las personas que tienen varias o repetidas lesiones sin una explicación lógica. Pueden parecer “propensas a los accidentes” o tener marcas como moratones, arañazos en las uñas o quemaduras de cigarrillo.
Violencia de género
Una de cada tres mujeres sufrirá violencia física o sexual a lo largo de su vida. Aunque no existe una causa única para este tipo de violencia, algunos de los factores más fuertes y constantes son las normas sociales perjudiciales que contribuyen a la desigualdad de género.
Los rígidos roles de género suelen dar lugar a la expectativa de que las mujeres sean sumisas a los miembros masculinos de la familia. Cuando están casadas, se espera que las mujeres obedezcan a sus maridos, actúen según sus deseos y no se esfuercen por tomar decisiones en pie de igualdad. Si transgreden estas normas pueden enfrentarse a la violencia física utilizada por los maridos como castigo o disciplina.
Mientras que de las mujeres y las niñas se espera que sean sumisas, de los hombres se espera que ejerzan el poder y el control en sus familias y relaciones, lo que puede manifestarse de diversas maneras. En las relaciones de pareja, la dominación masculina puede aparecer en forma de control de los teléfonos móviles y las redes sociales.
Nuestra investigación de la región de América Latina y el Caribe (ALC) encontró que los hombres jóvenes tienen un control significativo sobre el uso de las redes sociales y los teléfonos de sus parejas – con el 80% de los jóvenes diciendo que sus amigos varones monitorean el teléfono de su pareja.