Ensayo sobre la importancia de la igualdad de género en la educación
Los responsables políticos y los educadores de todo el mundo no deben subestimar la importancia de la educación de la primera infancia en el desarrollo de normas de género profundamente arraigadas. Es importante tener en cuenta la formación cognitiva y afectiva de la identidad de género que se desarrolla en la primera infancia. Los tipos de habilidades, los atributos de la personalidad y las aspiraciones profesionales que se aprenden a través de las interacciones entre maestros y niños y de los juegos infantiles pueden formar actitudes estereotipadas masculinas y femeninas hacia los roles de género, que se desarrollan antes de la adolescencia.
Las pruebas demuestran que los educadores deben tener conciencia de género para estar abiertos a las opciones de aprendizaje y desarrollo de las niñas y los niños, ayudar a los niños a explorar quiénes son y a establecer conexiones con las personas que les rodean, así como a ganar confianza en sí mismos, bienestar, aceptación de sus compañeros y apoyo social. Las investigaciones realizadas en Asia y África sobre las actitudes y expectativas de los profesores respecto al rendimiento de las niñas en matemáticas y ciencias han demostrado que formar a los profesores con un enfoque sensible a las cuestiones de género puede mejorar la participación igualitaria de todos los niños en un entorno de aprendizaje. A pesar de ello, se ha pasado por alto la política y la práctica actuales sobre la incorporación de una perspectiva de género en la formación del profesorado de la primera infancia.
Importancia de la igualdad de género en la educación pdf
Se reconoce universalmente que la educación desempeña un papel en el desarrollo social y económico sostenible. Independientemente de la ideología que subyace en los enfoques del desarrollo, la educación mejora la calidad de vida; mejora la salud, amplía el acceso al empleo remunerado, aumenta la productividad en el trabajo de mercado y no de mercado, y facilita la participación social y política. Por todo ello, la educación de niñas y mujeres es una inversión importante, a pesar de los precarios contextos económicos en los que muchos países tienen que proveer a la educación. El género se refiere a las relaciones históricas y sociológicas entre mujeres y hombres. Si el desarrollo se ve como un intento de elevar la calidad de vida de todos los ciudadanos, el género en el desarrollo trabaja para garantizar que las necesidades especiales de las mujeres con respecto a las de los hombres, se satisfagan en este proceso. Sin embargo, existen importantes desigualdades de género en el sector educativo. Estas desigualdades se observan no sólo en los indicadores que pueden obtenerse rápidamente de fuentes estadísticas, como la alfabetización, la matriculación, el rendimiento y los niveles de escolarización alcanzados, sino también en otros aspectos de la educación que son motivo de preocupación en la búsqueda de la igualdad y la equidad de género, como el personal directivo que desempeña funciones decisorias, el contenido y la reforma de los planes de estudio y la interacción entre alumnos y profesores.
Teorías sobre género y educación pdf
La política educativa busca garantizar la igualdad en el acceso, la igualdad dentro del aula y en los procesos de enseñanza-aprendizaje, y la igualdad en los resultados. Este curso anima a los estudiantes a valorar y evaluar el grado en que estos objetivos se cumplen en la práctica y las formas en que los resultados educativos son moldeados por las normas sociales de género, así como a alterarlas. La Política Nacional de Educación (NPE) de 1986 esperaba que la educación liderara el proceso de emancipación de la mujer en la sociedad. La NPE de 1992 prometía un papel positivo e intervencionista en la capacitación de las mujeres por parte de las instituciones educativas. La puesta en práctica de estos objetivos se ha intentado en gran medida a través de un enfoque centrado en los procesos dentro de la escuela, con múltiples intervenciones en marcha para la igualdad en el acceso y la experiencia educativa dentro de las escuelas. Sin embargo, el acceso a la educación no ha alterado necesariamente los roles de género en la sociedad. Si bien es posible que la paridad de género se haya logrado en gran medida, no está tan claro hasta qué punto el sistema educativo ha contribuido a reforzar los procesos a través de los cuales las normas de género cambian en la sociedad. El curso reflexionará sobre los objetivos, las causas, las consecuencias de la igualdad de género en la educación y las estrategias para el cambio. Se centra en el contexto indio, aunque hará referencia a la experiencia regional y mundial.
Cuestiones de género en la educación y su impacto en la sociedad
La historia de este campo se remonta a la década de 1950, cuando los estudios sobre el desarrollo económico introdujeron por primera vez a la mujer en su discurso,[3][4] centrándose en ella únicamente como sujeto de las políticas de bienestar, en particular las centradas en la ayuda alimentaria y la planificación familiar[5]. La atención a la mujer en el desarrollo aumentó a lo largo de la década y, en 1962, la Asamblea General de las Naciones Unidas pidió a la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer que colaborara con el Secretario General y otros sectores de la ONU para desarrollar un programa de larga duración dedicado a la promoción de la mujer en los países en desarrollo[6]. [Una década más tarde, se publicó el libro pionero de la economista feminista Ester Boserup, El papel de la mujer en el desarrollo económico (1970), que cambió radicalmente las perspectivas del desarrollo y contribuyó al nacimiento de lo que con el tiempo se convirtió en el campo del género y el desarrollo[4].
El término “mujeres en el desarrollo” fue acuñado originalmente por una red de mujeres profesionales del desarrollo con sede en Washington a principios de la década de 1970[10], que pretendían cuestionar las teorías del desarrollo del tipo “goteo hacia abajo”, refutando que el desarrollo económico tuviera idénticos efectos en hombres y mujeres[11]. El movimiento Mujeres en el Desarrollo (MED) cobró impulso en la década de 1970, impulsado por el resurgimiento de los movimientos de mujeres en los países desarrollados y, en particular, por las feministas liberales que luchaban por la igualdad de derechos y oportunidades laborales en Estados Unidos[12]. [El feminismo liberal, que postula que las desventajas de las mujeres en la sociedad pueden eliminarse rompiendo las expectativas habituales sobre ellas, ofreciendo una mejor educación a las mujeres e introduciendo programas de igualdad de oportunidades,[13] tuvo una notable influencia en la formulación de los planteamientos del WID[12].