Ilustración digital
Nos hemos dado cuenta de que existen varias definiciones de lo que puede ser la ilustración y de los distintos tipos de ilustración que existen. Cada vez que intentábamos encontrar un vídeo, un artículo o alguna otra fuente que arrojara luz sobre el tema, nos perdíamos o no conseguíamos suficiente información; o teníamos que buscar en varios sitios para poder sistematizar nuestros hallazgos.
Nos dimos cuenta de que mucha gente se confunde con las definiciones que se dan de un “diseñador” y un “ilustrador”, e incluso si se hacen una idea de lo que hace un ilustrador, se pierden en la siguiente fase: reconocer los distintos tipos de ilustración y explicar lo que les gusta. Lo primero
suele basarse en un conjunto de elementos -imágenes, tipografía, etc.- y los organiza en composiciones atractivas. La principal tarea del diseñador es centrar la atención del espectador en un determinado concepto visual, idea, detalle, parte del diseño, y hacer que una idea resulte atractiva y memorable.
más a menudo produce las imágenes por sí mismo y no trabaja necesariamente en todo el diseño del “producto”. Las ilustraciones suelen servir de apoyo a otros medios; por ejemplo, las ilustraciones suelen acompañar a artículos de periódicos, libros y revistas, y la mayoría de las veces sirven para apoyar y traducir mejor ideas, textos y/o explicarlos mejor. La mayoría de las veces, los ilustradores intentan mantener el equilibrio entre lo visual y el texto y procuran no robar todo el protagonismo a la ilustración.
Tipos de trabajos de ilustración
La ilustración de libros ha existido de alguna forma desde la aparición de la palabra escrita. La tradición que ha guiado la ilustración moderna de libros tiene su origen en la literatura occidental, que se remonta a los libros de bloques del siglo XV, en los que el texto de un libro se tallaba en el mismo bloque que la imagen. Estas obras eran una evolución natural del antiguo manuscrito iluminado. La Biblia Pauperum (“Biblia de los pobres”) es el ejemplo más famoso de este tipo de obras, que se asemejan a las novelas gráficas medievales.
Más concretamente, la práctica de publicar ficción para adultos acompañada de imágenes representativas está estrechamente vinculada a la literatura occidental de los siglos XVIII y XIX y al auge de la novela. En el bicentenario del nacimiento de Charles Dickens, Melanie McDonagh recordaba en The Independent las estrechas relaciones de colaboración de Dickens con los ilustradores: “…les daba un esbozo de la trama antes de escribir el texto y supervisaba los dibujos para asegurarse de que coincidían exactamente con sus propias concepciones”. El ilustrador más famoso de Dickens, H.K. Browne (seudónimo “Phiz”), trabajaba bajo la estrecha instrucción del autor en cuanto a la apariencia específica de los personajes y la composición de las planchas. Esto significaba que la interpretación visual que Phiz hacía de un personaje era tan importante como la descripción de Dickens, si no más.
Tipos de ilustración de libros
Un libro bien diseñado no es sólo una colección de texto e imágenes; es una obra de arte. Y las ilustraciones no son meras imágenes intercaladas en el texto, sino elementos cruciales de decoración y estilo que aglutinan el tema y el propósito de un libro. En este artículo le pedimos que se tome un momento para sumergirse en el maravilloso mundo donde comienza la magia ilustrativa.
Los autores siempre deben seleccionar cuidadosamente a un ilustrador, ya que tienen un largo camino que recorrer juntos. Un buen ilustrador no sólo debe ser un maestro de su oficio y tener una gran imaginación, sino también ser responsable en cuanto a los tiempos y la comunicación.
Además de proporcionar el texto de la obra, el autor tendrá que responder a las preguntas del ilustrador y discutir conjuntamente los bocetos. Un ilustrador de talento “capta” inmediatamente el estado de ánimo de la obra del autor, pero para llevar realmente un libro al siguiente nivel, es probable que el ilustrador necesite más detalles.
Desde el momento en que se conocen hasta la entrega de la maqueta final, el autor y el artista deben colaborar estrechamente. Un ilustrador es esencialmente un coautor que trabaja junto al autor para llevar a la práctica la visión de éste. La tarea del ilustrador consiste en comprender esta visión y, tal vez, ofrecer su propio punto de vista profesional. Combinar las ideas del autor y el ilustrador puede crear ilustraciones muy interesantes e inusuales.
Ilustración de moda
La ficción ilustrada es un medio narrativo híbrido en el que imágenes y texto colaboran para contar una historia. Puede adoptar diversas formas: ficción escrita para adultos o niños, ficción para revistas, cómics y libros ilustrados[1].
Aparte de algún retrato o mapa ocasional, la ficción del siglo XVIII no solía estar ilustrada, ya que los editores no encargaban ilustraciones para las nuevas novelas. En la novela The History of Tom Jones, a Foundling, el autor Henry Fielding se remite a pinturas de William Hogarth para explicar el aspecto de algunos de sus personajes[2].
Se encargaban ilustraciones para libros que ya tenían éxito. Estas versiones ilustradas solían publicarse como ediciones limitadas y se vendían mediante suscripción previa. Henry Fuseli creó un único frontispicio para la cuarta edición de The Adventures of Peregrine Pickle, de Tobias Smollett. Thomas Stothard realizó varias ilustraciones para una edición de El vicario de Wakefield publicada 30 años después de su primera publicación, en 1766[2].