Proyecto escolar sobre igualdad de género
Esta estrategia está anclada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y otros acuerdos, estándares y normas internacionales que están dando forma a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y buscan hacer realidad los derechos humanos de todas las personas y lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. Está en consonancia con los valores fundamentales de las Naciones Unidas de respeto a la diversidad, integridad y profesionalidad, que sustentan y guían las acciones y los comportamientos de todo el personal de las Naciones Unidas.
UNOPS está decidida a reforzar su capacidad para garantizar la diversidad y la inclusión a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto, incluidas sus prácticas de adquisición. Por ejemplo, las adquisiciones con perspectiva de género (GRP) garantizarán que el proceso de adquisición y la selección de bienes, servicios y obras tengan un impacto positivo y holístico en la igualdad de género y la inclusión.
Al mejorar la diversidad y la inclusión social y construir sociedades más seguras, estables y justas para todas las personas, UNOPS está creando las condiciones necesarias para fomentar la transformación social, lo que conduce a una paz y un desarrollo más sostenibles.
Género y relaciones de poder
El enfoque actual del Grupo del Banco Mundial (GBM) sobre la integración de la perspectiva de género da importancia a dos factores motivadores para abordar la desigualdad de género: Alcanzar los beneficios económicos que se perciben como desaprovechados al conseguir que las mujeres participen formalmente en la economía de mercado, y hacer realidad los objetivos de desarrollo relacionados con la salud, la educación y los medios de subsistencia, así como con la inseguridad alimentaria, el cambio climático y los conflictos y la fragilidad. El Banco considera que la integración de las cuestiones de género es un “compromiso compartido por toda la institución”. Sin embargo, un enfoque dirigido por el sector privado impregna gran parte de la labor del Banco en materia de género, con el riesgo de que se produzcan fricciones entre sus compromisos y su impacto más amplio sobre la desigualdad de género.
En 2012, el Banco Mundial publicó su primer Informe sobre el Desarrollo Mundial (IDM) centrado en la igualdad de género y el desarrollo. El mensaje principal era que “la igualdad de género es un objetivo de desarrollo básico por derecho propio. También es economía inteligente”. Si bien este informe anual emblemático ha sido aclamado anteriormente por su inclusión de reflexiones autocríticas como un “momento decisivo” (véase Observador Primavera 2012), las iteraciones más recientes han sido objeto de críticas por parte de la sociedad civil por carecer de escrutinio.
Propuesta de proyecto de integración de la perspectiva de género
CIWA trabaja por un mundo con igualdad de género, lo que significa cambiar las normas y expectativas sobre los roles femeninos y masculinos y modificar las relaciones de poder en gobiernos, empresas, instituciones y hogares.
También trabaja para mejorar la inclusión social y la dignidad de las personas desfavorecidas por su identidad, para que puedan participar plenamente y en pie de igualdad en la sociedad. La inclusión social parte de la base de que hombres y mujeres no son homogéneos, sino que están estratificados por edad, raza, religión, origen étnico, creencias y prácticas, y contextos socioculturales.
El nuevo Marco de Género e Inclusión Social (GESI) de la CIWA guiará sus operaciones para garantizar que la CIWA trabaja para mejorar la igualdad de género en toda la gestión de los recursos hídricos y el desarrollo de proyectos de infraestructuras hídricas. El Marco de Género e Inclusión Social (GESI) de CIWA destaca el enfoque y el compromiso de CIWA para integrar las consideraciones de género e inclusión social en el contexto de la gestión de aguas transfronterizas en el África subsahariana. Destacando la importancia de garantizar que las consideraciones de GESI se apliquen en múltiples sectores y múltiples niveles en los que trabaja CIWA, el marco pretende contribuir a un cambio transformador para lograr la igualdad de género y la inclusión social.
Género en la gestión de proyectos
La sociedad marroquí se caracteriza por una marcada desigualdad social y económica entre hombres y mujeres. Con frecuencia, las mujeres no pueden ejercer derechos humanos como el derecho a la educación, al empleo, a la propiedad y a una vida libre de violencia y coacción. Hasta hace poco, las mujeres también estaban excluidas en gran medida de los procesos de toma de decisiones políticas. En términos de desarrollo de género, Marruecos ocupa el puesto 149 de 158 países.
Desde 1999, Marruecos está inmerso en un proceso de modernización social, en el curso del cual se pusieron en marcha importantes reformas en materia de igualdad de género. En 2004 se modernizó la ley del estado civil (Moudawana) y se reforzó la posición de la mujer en la familia. El gobierno marroquí aprobó en 2007 una estrategia nacional de género con el objetivo de lograr la igualdad entre hombres y mujeres. La estrategia se aplicará de 2011 a 2015 en el marco de una agenda nacional.
La planificación sensible al género de la política económica y social a nivel nacional y regional ayuda a superar la desigualdad social y económica entre hombres y mujeres. El enfoque de género se aplica en las políticas y programas de instituciones seleccionadas de los sectores público y privado, así como de ONG.