Roles de género en la sociedad
Este documento trata de los estereotipos de género y analiza cómo éstos se relacionan con las diferencias de género en importantes resultados vitales. He abordado algunas de las cuestiones importantes relacionadas con este tema y he intentado ofrecer una concepción clara de los roles de género y su repercusión en la salud. Este documento puede beneficiar el juicio imparcial de las personas en situaciones en las que es probable que los estereotipos de género desempeñen un papel. Ilustra que el género interactúa con los determinantes sociales, económicos y biológicos y las consecuencias de las enfermedades tropicales para crear diferentes resultados sanitarios para hombres y mujeres.
Hay muchas diferencias entre hombres y mujeres. Sin embargo, las expectativas estereotipadas ya no reflejan simplemente las variaciones existentes, sino que además afectan a la forma en que las mujeres y los hombres se definen a sí mismos y son tratados por los demás. Los estereotipos de género son ideas preconcebidas según las cuales a las mujeres y a los hombres se les asignan ilógicamente rasgos y papeles determinados y restringidos por su género. Puede limitar el desarrollo de los talentos y competencias naturales de niñas y niños, mujeres y hombres, además de sus experiencias educativas y profesionales y sus oportunidades de vida en general. Básicamente, las mujeres son las principales víctimas de los estereotipos de género. En algunos casos, los hombres también son víctimas de los estereotipos de género. Los estereotipos de los roles de género afectan a la salud y es vital percibir cómo el género interactúa con los determinantes y los resultados de la forma física y la contaminación. Los determinantes biológicos, económicos y sociales y las consecuencias de las enfermedades tropicales y analiza cómo el género interactúa con estos factores para crear diferentes consecuencias de resultados para mujeres y hombres.
Estadísticas sobre los roles de género
Muchos de nuestros estereotipos de género son fuertes porque la cultura hace mucho hincapié en el género (Bigler y Liben, 2007). Por ejemplo, los niños aprenden a una edad temprana que hay expectativas distintas para niños y niñas. Los roles de género se refieren al papel o los comportamientos aprendidos por una persona como apropiados para su género y están determinados por las normas culturales dominantes. Los estudios transculturales revelan que los niños son conscientes de los roles de género a la edad de dos o tres años y pueden etiquetar el género de los demás y clasificar los objetos en categorías de género. A los cuatro o cinco años, la mayoría de los niños están firmemente arraigados en los roles de género culturalmente apropiados (Kane, 1996). Cuando los niños no se ajustan al rol de género apropiado para su cultura, pueden enfrentarse a sanciones negativas como ser criticados, acosados, marginados o rechazados por sus compañeros. Una niña que desee asistir a clases de kárate en lugar de a clases de danza puede ser calificada de “marimacho” y tener dificultades para ser aceptada por sus compañeros de ambos sexos (Ready, 2001). Los chicos, sobre todo, son objeto de intensas burlas por su inconformismo de género (Coltrane y Adams, 2008; Kimmel, 2000).
Roles de género en diferentes culturas
Los roles de género son características y comportamientos construidos socialmente. Existen expectativas y normas basadas en el sexo asignado. Éstas pueden variar de un lugar a otro, y también pueden cambiar con el tiempo.
Al llegar a los 3 años, la mayoría de los niños prefieren jugar a juegos que creen que se ajustan a su sexo. Pueden empezar a elegir determinados juguetes, colores y ropa que tradicionalmente se han asociado más con su sexo asignado. También pueden preferir jugar con otros niños de su mismo sexo. Por ejemplo, los niños pueden jugar con camiones y las niñas con muñecas.
Sin embargo, los niños no empiezan a pensar en su sexo como algo fijo, o “para siempre”, hasta los 5 o 6 años. Esto ocurre cuando tienen edad suficiente para entender lo que significa el género y han sido plenamente “socializados”. Esto significa que se comportan como creen que su entorno espera que lo hagan.
Por ejemplo, si un niño ve a un hombre adulto haciendo trabajos como arreglar el coche o cortar el césped, puede pensar que son “trabajos de hombres”. Del mismo modo, si ve a mujeres adultas haciendo la mayor parte de las tareas de cocina y limpieza, puede pensar que son “tareas de mujeres”.
Artículo sobre los roles de género
Los estereotipos de género son de naturaleza tanto descriptiva como prescriptiva. Es decir, los estereotipos de género tienen componentes descriptivos, que son creencias sobre lo que suelen hacer los hombres y las mujeres. También contienen fuertes componentes prescriptivos, o creencias sobre lo que deberían hacer los hombres y las mujeres (Fiske y Stevens, 1993; Cialdini y Trost, 1998). Se supone que esta naturaleza prescriptiva se deriva del alto nivel de contacto e interdependencia entre hombres y mujeres (por ejemplo, Fiske y Stevens, 1993), que no sólo permite a los que perciben crear estimaciones de cómo actúan realmente los hombres y las mujeres, sino que también crea expectativas sobre cómo deberían actuar.
La presente investigación mide tanto los estereotipos de género prescriptivos como los descriptivos para responder a varias preguntas sobre su contenido y magnitud. Una primera pregunta básica es si los estereotipos de género tienen componentes prescriptivos no sólo para hombres y mujeres adultos, sino también para hombres y mujeres de distintos grupos de edad, desde niños pequeños hasta ancianos. Suponiendo que existan estereotipos prescriptivos en estos grupos de edad, la presente investigación aborda cómo cambian tanto el contenido como la magnitud de los estereotipos de género prescriptivos en los distintos grupos de edad. Además, la presente investigación compara la magnitud de los PPS y NPS para hombres y mujeres dentro de cada grupo de edad.