Índice de igualdad de género
Aunque el acceso a la educación -y en particular a una educación de calidad- es un reto mundial para todos, las mujeres jóvenes y las niñas son las que más sufren, ya que tienen más probabilidades que los niños de quedar excluidas. Según el Banco Mundial, 16 millones de niñas de 6 a 11 años nunca empezarán la escuela, frente a 8 millones de niños.
Esto es perjudicial no sólo para esas jóvenes, ya que la educación afecta a su capacidad para incorporarse al mercado laboral y tomar decisiones sobre sus propias vidas, sino también para el resto de nosotros. Las investigaciones han demostrado que la educación de las niñas puede repercutir en naciones enteras, ya que las jóvenes mejor educadas tienden a ganar más dinero, estar más sanas, tener menos hijos, ser más activas políticamente y hacer hincapié en la atención sanitaria y la educación para la próxima generación.
Las respuestas varían, desde la pobreza a las normas culturales, pasando por el acoso sexual o la falta de recursos básicos como cuartos de baño y productos de higiene femenina. Son desigualdades flagrantes como éstas las que han impulsado movimientos como Let Girls Learn de Michelle Obama, una iniciativa que pretende acabar con la brecha de género en la educación de calidad.
Namibia
En cada etapa de la vida, tenemos necesidades diferentes. Si queremos atraer y retener a las mujeres en el medio desordenado, debemos ajustarnos a las necesidades de las distintas etapas de la vida. Esto es clave para acercarnos a la igualdad en el lugar de trabajo, ya que las mujeres siguen cargando con la mayor parte de las responsabilidades de cuidado y estamos perdiendo a nuestros mejores talentos a causa de los cuidados.
Sabemos que la igualdad de género no es sólo una cuestión social; es un imperativo empresarial. Hay muchos estudios que demuestran los argumentos empresariales a favor de la igualdad, como que los equipos con diversidad de género son más rentables e innovadores; que las organizaciones que se ocupan de cuestiones específicas de la mujer tienen una mayor satisfacción de los empleados y menos rotación de personal, y que las empresas que elevan a las mujeres son más eficaces en todas las dimensiones.
En un esfuerzo por ayudar a hombres y mujeres a tener más éxito en el lugar de trabajo, los países nórdicos (Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia) llevan tiempo reescribiendo las reglas del trabajo mediante la adopción de políticas más favorables a la familia, como guarderías subvencionadas y permisos parentales pagados tanto para madres como para padres, además de ser habitual que las empresas ofrezcan horarios flexibles, jornadas de trabajo desde casa y horarios de trabajo alternativos.
Nicaragua
Este informe explora las percepciones transnacionales de la igualdad de género, incluidas las oportunidades disponibles para hombres y mujeres y el poder que ejercen en las decisiones familiares. También examina las expectativas para el futuro de la igualdad de género en los distintos países.
Veinticinco años después de que la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de las Naciones Unidas se comprometiera a tomar las medidas necesarias para “eliminar todos los obstáculos que se oponen a la igualdad entre los géneros y al adelanto y la potenciación del papel de la mujer”, el apoyo a la igualdad de género es firme en todo el mundo. En los 34 países encuestados por el Pew Research Center, una media del 94% considera importante que las mujeres de su país tengan los mismos derechos que los hombres, y el 74% lo considera muy importante.
En muchos países, las mujeres dan más importancia a la igualdad de género que los hombres. Sin embargo, las mujeres son menos optimistas que los hombres en cuanto a que las mujeres de sus países alcanzarán la igualdad en el futuro, y son más propensas a afirmar que los hombres viven mejor que las mujeres.
Aunque los ciudadanos de todo el mundo abrazan la idea de la igualdad de género, al menos cuatro de cada diez piensan que los hombres tienen en general más oportunidades que las mujeres en su país a la hora de conseguir trabajos bien pagados (una mediana del 54% en los 34 países encuestados) y de ser líderes en su comunidad (44%). Los ciudadanos ven más equidad en el acceso a una buena educación – una mediana del 81% cree que los hombres y las mujeres de su país tienen generalmente las mismas oportunidades en este ámbito – y en la expresión de sus opiniones políticas (el 63% dice que los hombres y las mujeres tienen las mismas oportunidades). No más del 6% afirma que las mujeres tienen más oportunidades que los hombres en cualquiera de estos ámbitos.
Países más sexistas
Según el último informe del Foro Económico Mundial (FEM), harán falta más de 200 años para alcanzar la igualdad económica entre hombres y mujeres, y 108 años para eliminar por completo la brecha de género en la política, la sanidad y la educación. Para elaborar la lista, el FEM encuestó a hombres y mujeres de 149 países y tuvo en cuenta factores como las oportunidades educativas disponibles para cada sexo, la esperanza de vida, las tasas de alfabetización, el número de mujeres en puestos profesionales y en puestos de poder en cada país. “El estancamiento en la proporción de mujeres en el lugar de trabajo y la disminución de la representación de las mujeres en la política, junto con una mayor desigualdad en el acceso a la salud y la educación, contrarrestaron las mejoras en la igualdad salarial y el número de mujeres en puestos profesionales, dejando la brecha de género global solo ligeramente reducida en 2018”, según el informe del Foro Económico Mundial.
Cada nación recibe una puntuación de 1, y las puntuaciones más altas indican un mayor nivel de igualdad de género. Estados Unidos se encuentra justo en medio del pelotón con una puntuación de 0,72, ocupando el puesto 51 de 149 naciones.Echa un vistazo a los mejores y peores países para la igualdad de género, así como los promedios globales, a continuación: