¿Cómo generamos residuos?
Esta publicación ofrece una visión general de las razones y formas de gestionar mejor la basura u otros residuos domésticos. Aunque “reciclar” puede ser una palabra de moda para referirse a una forma ecológica de gestionar los residuos, un enfoque más completo para hacerlo se resume en las “tres erres”:
Como nación, estamos generando más basura y no sabemos qué hacer con ella. La eliminación ineficaz o irresponsable de estos residuos puede contaminar el medio ambiente y suponer un riesgo para la salud pública. Nos estamos quedando sin espacio en los vertederos existentes. Los ciudadanos están descubriendo que no hay forma fácil de deshacerse de la basura que antes suponían que se podía enterrar o quemar y olvidar.
Los métodos actuales de eliminación amenazan nuestra salud, seguridad y medio ambiente, y suponen costes indirectos adicionales para la sociedad. La mayoría de los residuos industriales, comerciales y domésticos se depositan ahora en vertederos o depósitos de superficie. Los residuos así tratados pueden contaminar las aguas subterráneas, los ríos y los arroyos. Cuando los residuos se queman, liberan gases peligrosos en el aire y dejan residuos tóxicos en forma de cenizas. Estos subproductos de residuos peligrosos llegan a los seres humanos y los animales de una forma u otra.
¿Qué otras actividades humanas producen residuos que pueden contaminar el medio ambiente?
Sea cual sea el tipo de acción que estés llevando a cabo: Acuérdate de hacer fotos y vídeos y de utilizarlos para elaborar exposiciones que muestren los resultados y publicarlos a través de todos los canales disponibles (medios de comunicación, prensa, stand informativo, redes sociales, etc.).
Reducir significa, en primer lugar, utilizar menos recursos. Incluye tanto la evitación estricta como la reducción en origen. La reducción de residuos puede definirse como el conjunto de medidas y acciones emprendidas antes de que una sustancia, material o producto se convierta en residuo.
Sea cual sea el tipo de acción que esté llevando a cabo: Acuérdate de hacer fotos y vídeos y de utilizar lo que hayas conseguido para desarrollar exposiciones que muestren los resultados y publicarlos a través de todos los canales disponibles (medios de comunicación, prensa, stand informativo, redes sociales, etc.).
La reducción de residuos es una urgencia para la Unión Europea. Los residuos domésticos han duplicado su peso desde 1970 y se han mantenido en un nivel elevado desde hace 15 años. En 2018, se generaron 492 kg de residuos municipales por persona en los Estados miembros de la UE (UE-27, promedio. Fuente: Eurostat). Estos residuos son el resultado de modos de producción y consumo no sostenibles. Además, el consumo de productos (incluyendo su producción, transporte y distribución), representa casi el 50% de las emisiones que contribuyen al cambio climático. Este aumento de la cantidad de residuos que hay que gestionar requiere más infraestructuras de recogida y tratamiento, cuyo coste supone una carga para los presupuestos de las autoridades públicas locales y regionales. En este contexto, la reducción de residuos se ha convertido en un concepto sencillo y esencial en el ámbito de la gestión de residuos: es un factor técnico fundamental en la gestión de residuos a escala local, pero también una noción que debe recordarnos la escasez de recursos naturales.
Soluciones para los residuos
Este artículo ofrece una visión general de la generación y el tratamiento de residuos en la Unión Europea (UE) y varios terceros países. Se basa exclusivamente en datos recogidos de conformidad con el Reglamento (CE) nº 2150/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a las estadísticas sobre residuos.
Los residuos, definidos en el artículo 3, apartado 1, de la Directiva 2008/98/CE como “cualquier sustancia u objeto del cual su poseedor se desprenda o del que tenga la intención o la obligación de desprenderse”, representan potencialmente una enorme pérdida de recursos, tanto en forma de materiales como de energía. Además, la gestión y eliminación de residuos puede tener graves repercusiones medioambientales. Los vertederos, por ejemplo, ocupan espacio y pueden contaminar el aire, el agua y el suelo, mientras que la incineración puede provocar emisiones contaminantes a la atmósfera.
Por ello, las políticas de gestión de residuos de la UE se proponen reducir el impacto de los residuos en el medio ambiente y la salud y mejorar la eficiencia de los recursos de la UE. El objetivo a largo plazo de estas políticas es reducir la cantidad de residuos generados y, cuando la generación de residuos sea inevitable, promoverla como recurso y lograr mayores niveles de reciclado y eliminación segura de los residuos.
Actividades humanas que provocan una eliminación deficiente de los residuos sólidos
Por residuos sólidos se entiende el conjunto de materiales de desecho -procedentes de actividades animales y humanas- que se desechan por ser indeseados e inútiles. Los residuos sólidos se generan a partir de actividades industriales, residenciales y comerciales en una zona determinada, y pueden manipularse de diversas maneras. Por ello, los vertederos suelen clasificarse en sanitarios, municipales, de construcción y demolición o de residuos industriales.
Independientemente de su origen, contenido o potencial de peligro, los residuos sólidos deben gestionarse sistemáticamente para garantizar las mejores prácticas medioambientales. Dado que la gestión de residuos sólidos es un aspecto crítico de la higiene ambiental, debe incorporarse a la planificación ambiental.
La gestión de residuos sólidos se define como la disciplina asociada con el control de la generación, almacenamiento, recolección, transporte o transferencia, procesamiento y eliminación de materiales de residuos sólidos de la manera que mejor se adapte a la gama de consideraciones de salud pública, conservación, economía, estética, ingeniería y otras consideraciones ambientales.
Las prácticas de gestión de residuos sólidos pueden diferir según se trate de productores residenciales o industriales, de zonas urbanas o rurales y de países desarrollados o en vías de desarrollo. La administración de los residuos no peligrosos en las áreas metropolitanas es tarea de las autoridades gubernamentales locales. Por otro lado, la gestión de los materiales de desecho peligrosos suele ser responsabilidad de quienes los generan, con sujeción a las autoridades locales, nacionales e incluso internacionales.